Las instalaciones fotovoltaicas on-grid, también conocidas como instalaciones conectadas a la red, se refieren a sistemas solares fotovoltaicos que están conectados al sistema eléctrico convencional de la red pública. En este tipo de instalaciones, los paneles solares generan electricidad a partir de la radiación solar y la inyectan a la red eléctrica, donde puede ser utilizada directamente por los consumidores o distribuida a otros usuarios.
En una instalación fotovoltaica on-grid, no se requiere el uso de baterías para almacenar la energía generada, ya que la red eléctrica actúa como un sistema de almacenamiento virtual. Durante el día, cuando la generación solar es alta, el exceso de energía se vierte a la red y se le acredita al usuario a través de un mecanismo llamado «net metering» o «medición neta». Por la noche o en momentos de menor generación solar, el usuario puede utilizar la electricidad de la red para cubrir sus necesidades energéticas.
Las instalaciones fotovoltaicas on-grid ofrecen varias ventajas. En primer lugar, permiten aprovechar al máximo la energía generada por los paneles solares, ya que cualquier exceso de energía puede ser utilizado por otros consumidores o acreditado para su uso posterior. Además, al estar conectadas a la red, los usuarios no dependen exclusivamente de la energía solar y pueden obtener electricidad adicional cuando sea necesario. Esto proporciona una mayor flexibilidad y garantiza un suministro constante de energía.
Otra ventaja importante es que las instalaciones fotovoltaicas on-grid pueden generar ahorros significativos en la factura de electricidad. Al utilizar la energía solar para cubrir parte o la totalidad de las necesidades energéticas, los usuarios reducen su dependencia de la electricidad proveniente de fuentes convencionales y, por lo tanto, disminuyen sus costos de energía a largo plazo.
Además de los beneficios económicos, las instalaciones fotovoltaicas on-grid también contribuyen a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y al cuidado del medio ambiente. Al generar electricidad a partir de una fuente limpia y renovable como el sol, se evita la quema de combustibles fósiles, lo que ayuda a mitigar el cambio climático y promueve un modelo energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
En resumen, las instalaciones fotovoltaicas on-grid son sistemas solares conectados a la red eléctrica convencional, que permiten aprovechar al máximo la energía solar, obtener ahorros en la factura de electricidad y contribuir a la protección del medio ambiente. Son una opción popular y rentable para aquellos que desean utilizar la energía solar de manera eficiente y beneficiarse de un suministro de energía confiable y sostenible.